Si en México decimos que el problema es estar tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos… ¿que sentiran los paisanos en la entraña misma de la bestia?
Las manifestaciones de los inmigrantes son un fenómeno con el que puedo simpatizar, desde mi perspectiva angustiada por el no-futuro que es el sistema económico y político del país desde hace treinta años.
¿Pueden imaginar los gringos que quieren cerrar la frontera, los americanos anti-inmigrantes, lo que es vivir 30 años en crisis? ¿lo que significa estar más cerca de los cuarenta que de los treinta y no tener claro de qué vas a vivir el año que viene, o qué futuro les puedes prometer hoy a tus hijos para dentro de diez años?
¿Se darán cuenta que regresar a la gente que se fué en busca, no sólo de un trabajo sino de un futuro, es garantizar una revolución?
¿Se darán cuenta que la única manera de parar la inmigración es eliminar la injusticia?
y nosotros, en México… nos damos cuenta que unas elecciones como las que vienen pueden ser el principio del fin de la injusticia en que hemos vivido tantos años, pero, en el fondo, nuestra experiencia nos ha endurecido y nuestro cinismo nos ancla en la realidad de que la justicia social no llegará en un sexenio… y que los poderes oligárquicos probablemente hagan todo lo que puedan (que es mucho) para que dicha justicia llegue lo más lentamente posible, si no es que no llegue ne absoluto…
Y bueno ,todo esto porque hoy leia en Salon.com – How the World Works que:
As Fareed Zakaria writes in the Washington Post, «The income gap between the United States and Mexico is the largest between any two contiguous countries in the world,» according to Stanford historian David Kennedy. And as Molly Ivins sensibly observes in «Immigration 101 for Beginners and Non-Texans,» «The Fence will not work. No fence will work. The Great darn Wall of China will not work. Do not build a fence. It will not work. They will come anyway. Over, under or through … Anyone who says a fence can fix this problem is a demagogue and an ass.»
Escribe Fared Zakaria en el Washington Post: » la brecha en el ingreso entre los Estados Unidos y México es la más ancha en el mundo entre dos países contiguos,» atribuyendo el dato al historiador de Stanford David Kennedy. y en «Inmigración 101 para principiantes y No-tejanos» la autora Molly Ivins con sensibilidad observa que «La valla no funcionará. Ninguna valla a funcionado. La estúpida Gran Muralla china no funcionará. No contruyan una valla. No funcionará. Ellos vendrán de cualquier manera. Por encima, por debajo o a través… Cualquiera que diga que una valla es la solución a este problema es un demagogo y un asno.»
Esto originalmente iba a ser una neurona de guardia, pero creo que es más de lo que una sola neurona puede soportar.
Nos leemos